lunes, 26 de agosto de 2013

El Cine Edén

Teatro de la Alianza Francesa. Me parece increíble cuando podemos ver a través de los ojos del teatro, una vida diferente, un resago del tiempo que se esconde detrás de cada personaje y escenario construido que emulan una realidad diferente.


Más allá de la historia que retrata una época de lucha por una familia que por una mala inversión son forzados a sobrevivir del materialismo. Ísola logra combinar la crudeza y demencia de una madre acaudalada, de una tierra sin futuro fértil, con una comedia oscura que nos proporciona una perspectiva real y material del ser humano.
La excelente actuación de Mirella Carbone en su interpretación de la madre evoca una gran cantidad de sensaciones en su performance que sin duda muestra su talento y su presencia íntima con los amantes del teatro.


Por otro ámbito, la presencia del director es muy notoria, en comparación con otras obras que he presenciado en dónde los personajes toman su propio rumbo y parecen autónomos. En esta puesta en escena existe una mística que te hace identificar el estilo de un titiritero. Es una característica que no debe pasar desapercida y debe ser halagada por la sensación que produce. No hay que confundir con la divinidad del autor, sino más bien como una intención del mismo por transmitir la idea de que los humanos vivimos bajo la esclavitud de alguien o algo más.

No hay comentarios:

Publicar un comentario